"LA INTOLERANCIA SE CURA VIAJANDO"

lunes, 1 de diciembre de 2014

TÚ A BOSTON Y YO A... DOHA



"Tú a Boston y yo a California".  Así se titulaba una película clásica de Disney en la que dos hermanas gemelas viven en familias separadas sin saber siquiera que son hermanas. Y desde su concepción "americana" del mundo, les parece que están muy lejos: Boston y California, distan exactamente 5056,6km. De una punta a otra de Norteamérica.

Boston y Doha están un poco más lejos aún: a 10461km. Un montón si lo medimos en kilómetros, un huevo si lo medimos en horas de avión, y extremadamente lejos si lo medimos en la distancia que separa a un padre y un hijo.

Con el tiempo y mi experiencia en aventuras viajeras varias, me he dado cuenta que medir en kilómetros es bastante poco útil cuando lo que queremos medir es la distancia que separa a dos personas. Creo que en realidad todos lo hemos vivido alguna vez: "veo más a mi amigo de Murcia que a mi vecino de abajo", "me llevo mejor con mi madre ahora que vivo fuera de casa", "ahora que estamos lejos discutimos menos"... ¿quién no ha oído alguna vez estas frases?

Por suerte o por desgracia mi vida ha estado muy marcada por las distancias. Lore y yo hemos llegado a construir una familia con una larga historia de posibles títulos de película de Disney: "Tú a Salamanca y yo a Soria", "Tú a Soria y yo a Finlandia", "Tú a Dublín y yo a Valladolid", "Tú a Valladolid y yo a Australia"... y así una larga lista de destinos geográficos. Sin embargo, y a pesar de que en la mayoría de esos episodios aún no había ni Facebook, ni Whatsapp, ni Skype, me atrevería a decir que la distancia nos sirvió para acercarnos mucho más. Tanto que acabamos siendo lo que hoy somos, a los hechos me remito.

Ahora me doy cuenta de que en realidad todo aquello solo era un entrenamiento para el reto más difícil: la distancia con mi hijo. Por circunstancias de la vida, mi viaje a Doha coincidió también con el viaje de Lore y Marco a Boston, por lo que estas 3 semanas hemos estado exactamente a 10461km y 8 husos horarios de diferencia. Casi ná...

La gente dice que un hijo te cambia la vida. Yo añado un matiz: un hijo te cambia LA FORMA DE VER LA VIDA. La vida sigue su curso, no para porque tú seas padre: sigues teniendo que madrugar para ir a trabajar, sigues teniendo que pagar las facturas a final de mes y sigues alegrándote cuando España gana el Mundial. Simplemente tus prioridades cambian y pasas a relativizar muchas de las victorias de España y muchos de los sablazos que te mete Iberdrola.

En mi caso, iniciar esta gran aventura qatarí tiene un peaje: por cuestiones de visados y permisos de residencia, no puedo traer a la familia hasta pasado un tiempo. Es el sacrificio que tengo que hacer. Lo sé y lo acepto, ya sabía a lo que venía.

Perderme 1 mes y medio de la vida de mi hijo es un peaje caro: no puedo darle un beso para ir a dormir cada noche ni jugar con él cada mañana. No puedo ver cómo cada día aprende una palabra nueva. No puedo llegar a casa, verle, y olvidarme de todo lo demás. No puedo hacer el rídiculo bailando descoordinadamente delante de él. No puedo cantar desafinando para que se parta de risa. No puedo reñirle mientras por dentro me descojono cuando hace alguna trastada. No puedo disfrutar los tres como familia de todo lo bueno y lo bonito que estoy viviendo aquí.

Pero si tengo que ser sincero, os diré que esos pensamientos no son los que pasan por mi cabeza cada día. Solo pienso en la cantidad de cosas que podré hacer en nuestra nueva vida en Doha: podré llevarle a una guarde con niños de muchos sitios, idiomas y colores. Podré llevarle a pasear por Aspire Park y podré jugar con el balón y corretear tras él por el césped. Podré llevarle a la playa en enero. Podré disfrazarme de moro para que se descojone de la risa. Podré llevarle al Souq Waqif para que viva el encanto de un zoco árabe y coma una sorprendentemente buena comida iraquí. Podre llevarle a las dunas del desierto para que se harte de jugar con la arena. Podré pasear con él por el Corniche mirando el mar. Podré, y podré tantas cosas...

Pensamiento positivo, le llaman en psicología. Ser práctico le llamo yo. Cada rato que vives lamentándote, te estás perdiendo lo que está pasando en ese rato.

Creo que muchas veces las distancias y las barreras nos las ponemos nosotros mismos. Hay padres que ven a sus hijos todos los días y en realidad viven a miles de km de ellos. Y padres que vivimos a miles de km, y gracias a San Skype podemos ver a nuestros hijos todos los días. "Ya, pero no es lo mismo", dice mi querida suegra. "Ya, pero menos es nada", le respondo yo. Pensamiento positivo, será... El refranero castellano también lo dice de otra manera: "El que no se consuela es porque no quiere".

Boston y Doha están a la distancia que uno quiera que estén. Y por suerte la distancia ayuda a saber quiénes están lejos y quiénes cerca. (Mis agradecimientos a Barrio Sésamo por enseñarme estos dos conceptos. ;-)

Por cierto, y ya que hablamos de distancias... FELIZ CUMPLEAÑOS hermanita. Este año que entra será muy especial, aquí, allí o en la Conchinchina. Disfrútalo como la ocasión merece.



¡Hasta la próxima entrada, amigos!

3 comentarios:

  1. Muchas gracias,hermanito!!!! Este año te vas a perder mi super comida de cumpleaños....Ohhhhhhh....Si,será un año muy especial para tod@s y aunque no estemos físicamente juntos, realmente estaremos muy cerquita y disfrutaremos de las cosas bonitas q nos va a brindar el 2015 ;)

    ResponderEliminar
  2. Te echamos de menos papiiiiii

    ResponderEliminar
  3. Qué bonito Dani!!! Que yo soy muy sensible para estas cosas, pero qué razón tienes, cuando pasas mucho tiempo lejos de los tuyos aprendes a sustituir los "lloros" y los "lamentos" por: ojalá estuvieran aqui para ver esto y lo otro, o esto es genial para este...etc. Y es sin más un obstáculo de la vida, pero si no luchas por lo que quieres, te acabarías arrepintiendo toda la vida. Y, como bien dices, hay que reducir esos obstáculos y aprovechar al máximo lo que se tiene.
    Siempre habéis sido una pareja que he envidiado (sanamente, por supuesto) por la forma de llevar la relación, pero desde que ha llegado al mundo marco sois aún más grandes y envidiables.
    Un abrazo, que ya sabeis que os quiero mucho!

    ResponderEliminar